La actividad Andragógica se halla ante una confrontación de experiencias, tanto el educador como el educando piensan, sienten y actúan según sus propios marcos de referencias. En razón de lo anterior, la única forma de facilitar el aprendizaje, es a través del establecimiento de una relación de respeto mutuo que sirva de canal entre ambos.
Como el adulto tiene muy claro lo que quiere y lo que espera, cuestiona todo lo que está recibiendo, decidiendo asimilar o ignorar los estímulos que sobre él están actuando. Su percepción selectiva y su racionalidad actúan como filtros frente a todo lo externo.
En la actividad andragógica se señalan fácilmente las condiciones que la caracterizan:
CONFRONTACIÓN DE EXPERIENCIAS

LA RACIONALIDAD
Esta se hace presente en la actividad andragógica en cuanto el adulto posee elementos de juicio para reflexionar en sus justos términos sobre los contenidos que se le suministran.
LA CAPACIDAD DE ABSTRACCIÓN DEL ADULTO
El pensamiento lógico, también se hace presente en la actividad andragógica. El adulto tiene conciencia, sabe por qué estudia y puede fácilmente apreciar en forma inductiva o deductiva las consecuencias del acto educativo. EL adulto promueve su educación, la planifica y la realiza en función de necesidades e intereses inmediatos y con vista a consolidar su porvenir.